Este proyecto se centró en la transformación de una casa pequeña, enfrentando el desafío visual de maximizar la amplitud en espacios reducidos. Con un enfoque integral se implementaron estrategias para crear un ambiente armónico y acogedor. La paleta de colores, compuesta por blancos, mármoles, beiges, tonalidades café muy claras y maderas claras, se eligió cuidadosamente para maximizar la luminosidad y crear la ilusión de espacio en cada rincón. La distribución inteligente de los elementos y la atención meticulosa a los detalles lograron un conjunto armonioso y estéticamente agradable.